Una vez pasada la frontera de los 30 empieza una nueva vida,
al menos desde el punto de vista financiero. Esta etapa se caracteriza por un
incremento en los ingresos producto del crecimiento profesional, pero también
se incrementan los gastos, especialmente los originados en la formación de la
familia propia y la crianza de los hijos.
Por eso, si estás rozando esa edad, o ya has traspasado la
frontera de la treintena, no te pierdas estos consejos para hacerte más fácil
el camino a la madurez:
1.- Mientras me paguen bien en el trabajo, no importa si no
me gusta
Según el último informe del Instituto Coca-Cola de la
felicidad, únicamente el 39% de los españoles está contento o muy contento con
su trabajo. El trabajo puede ser una bendición o todo lo contrario. Por este
orden, proporcionan más felicidad las actividades creativas, las acordes con la
formación del interesado, las intelectuales y las que se realizan de cara al
público. También satisface más desempeñar la labor profesional en compañía que
solo.
Además, el dinero no lo es todo. Trabajar en algo que no te
gusta puede no solo lastrar tu carrera, sino además devenir en una depresión.
Por eso, los 30 son el punto ideal para reenfocar tu futuro profesional.
2.- Presta atención a tus finanzas
Es posible que antes de los 30 te valiera aquello de
gastarte hasta el último euro de lo que ganabas, pero ahora es el momento de
ahorrar o pensar en invertir para el futuro, en un plan de pensiones privado,
por ejemplo.
3.- Tengo que casarme porque es “el siguiente paso”
El coste medio de una boda en España es de 23.200 euros,
según un estudio elaborado por el portal Bodaclick. Con los datos sobre la
mesa, y en la actual situación económica, celebrar un enlace por todo lo alto
quizá no sea la mejor decisión, al menos financieramente hablando.
4.- Los bancos siempre se salen con la suya
Aunque el dicho asegura que “si le debes 1.000 euros al
banco tienes un problema y, si le debes un millón, el problema lo tiene el
banco”, no es siempre así. Las entidades financieras casi siempre están
abiertas a una renegociación de la deuda. A ti te interesa pagar y a ellos
recuperar su inversión.
5.- Debo comprar una casa, porque eso es lo que hacen los
adultos
Eso es lo que nos vendieron durante los años de la burbuja
económica, en los que se crearon incluso las ‘hipotecas jóvenes’ con tipos de
interés reducidos, financiación que podía ascender hasta el 100% y plazos de
devolución de 40 años. Esas ‘atractivas’ condiciones atraparon a miles de
jóvenes que podrían haber vivido de manera más holgada pagando un alquiler.
6.- Todavía puedo vestir como en la universidad
Aunque los códigos de vestimenta se han relajado ligeramente
en los últimos años, los expertos aconsejan vestir de acuerdo al trabajo que se
desea y a la remuneración que se espera obtener de él. Las chanclas y los
pantalones cortos están bien para la playa, pero no para la oficina.
7.- Tengo que tener hijos enseguida
Aumentar la familia es una decisión casi tan importante como
suscribir una hipoteca. Según la asociación de consumidores CEACCU, criar un
hijo en nuestro país cuesta la friolera de 150.000 euros hasta que alcanzan la
mayoría de edad. Es dinero suficiente como comprarse un Porsche, un velero de
segunda mano o un chaletito en la playa.
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Tomado de: aquí
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